domingo, 18 de julio de 2010

Punch-Drunk Love

Esta es la escena. Estás en Centro Santa Fe, y después de disfrutar un delicioso macchiato de caramelo en Starbucks, se te antoja comprar una película y diriges tus pasos hacia Mixup…


Sí, tienes razón, Alfonso. Va de nuez.

Esta es la escena. Estás en el tianguis de los domingos en San Juan de Aragón, y después de disfrutar un delicioso jarrito de tequila con squirt y chile piquín, se te antoja comprar una película pirata y diriges tus pasos hacia el puesto del Chucho.

El Chucho tiene un sistema de clasificación que ya quisiera el mejor Mixup. Los “estrenos” (y una o dos películas que no han sido estrenadas) se encuentran en su lugar de honor en la pared, y abajo se encuentran las “clásicas”… aunque “clásicas” en su definición Chuchesca es un término muy amplio que agrupa a Orson Welles con Jean-Claude Van Damme. Retomando, las “clásicas” se encuentran acomodadas en hileras por género; que las mexicanas, que “las de miedo” (sic), que las de acción, que las de ciencia ficción, etc. Hoy no tienes ganas de complicarte la existencia y se te antoja una película de comedia.


No, no de ese tipo de comedia.


En la hilera de comedia, que se encuentra acomodada por actor, Adam Sandler es el rey. Como eres fan de Adam Sandler, prácticamente ya has visto todo lo que ha hecho, así que le das un desganado vistazo a esa sección, sin esperanzas de encontrar algo nuevo. “Little Nicky”, ya la tienes; “The Wedding Singer”, ya la tienes; “50 First dates”, ya la tienes; “Spanglish” POR SUPUESTO que la tienes; “Billy Madison”, te da pena admitirlo pero ya la tienes; “Click” te da todavía más pena admitirlo y quisieras que no existiera pero ya la tienes; “Embriagado de amor”, ya la…

Espera.

¿”Embriagado de amor”? ¿”PUNCH-DRUNK LOVE”?


Ah chinga… esta no la conoces. ¿Cómo es posible? Ruegas porque la portada sea copia de la original y no un diseño en MSpaint, como hacen algunos de los piratas más creativos. Parece copia de la original. A ver, ¿quién dirige?


“No…. No puede ser”, te dices. A ver…


Sí, sí puede ser. Es una película de Paul Thomas Anderson con Adam Sandler.


Esto merece mayúsculas: UNA PELÍCULA DE PAUL THOMAS FUCKING ANDERSON CON ADAM FUCKING SANDLER.


Corres a tu casa a disfrutar de tu nueva adquisición, y efectivamente, la disfrutas enormidades. Es una maravillosa película. Pero a la vez sientes un malsano placer, al pensar en los pobres pendejos que tanto en cine como en DVD, ilusionados pensaban que iban a ver una película de Adam Sandler. Y no, es una película de PAUL THOMAS ANDERSON con Adam Sandler. No es lo mismo, y no es igual.

Paul Thomas Anderson (1970, California, E.U.), para que entiendan de lo que estamos hablando, es uno de los directores más propositivos y arriesgados del cine norteamericano actual.


Es autor de joyas como “Cigarrettes and Coffee” (1993), la MARAVILLOSA “Boogie Nights” (1997, también conocida como “esa película con el pitototote de Mark Walhberg”)...


...la increíble “Magnolia” (1999) y “There will be blood” (2007), todas ellas películas increíblemente complejas, que no le sientan bien al público promedio, consumidor de blockbusters, películas de acción, comedias sexosas, y sobre todo, que no le sientan bien al público acostumbrado a ver a Adam Sandler en papeles como este:


¿Cómo fue que Adam Sandler llegó a una película de Paul Thomas (fucking) Anderson?

En el festival de Cannes del año 2000, Anderson presenta “Magnolia”, y durante la conferencia de prensa posterior, un reportero le pregunta cuál sería su próximo proyecto. “Una comedia romántica con Adam Sandler”, respondió, y la prensa y el público estallaron en carcajadas. Seguramente, mientras todos reían él pensaba “Pero yo reiré al último, pendejos”.

La verdad es que la intención de Anderson era hacer de su siguiente proyecto algo totalmente diferente. En primer lugar, porque se encontraba increíblemente cansado después de hacer, en un lapso de 3 años, “Boogie Nights” y “Magnolia”, películas con una trama complicada, con muchos personajes, con muchas locaciones, con un ritmo de producción apabullante. Además, personalmente sentía que no quería hacer otra película multi-personajes como las ya citadas y que el formato ya no le ofrecía nada más. Incluso le atraía la idea de hacer una película que la crítica jamás esperaría de él. Dado que es íntimo amigo de Adam Sandler, no le costó nada de trabajo convencerlo de aceptar el papel.


La idea de “Punch-Drunk love” le vino a la mente a Anderson traes leer un artículo en la revista “Time”, acerca de un tipo llamado David Phillips, que aprovechó un error en una promoción de canjear productos por millas de viajero frecuente, se gastó tres mil dólares en doce mil paquetes de pudín… y los canjeó por un millón doscientas cincuenta mil millas.

Y esa es básicamente, la trama de la película. Barry Egan es un fracasado, soltero y sin novia que tiene siete hermanas que lo mangonean y no lo bajan de pendejo y puto, se enamora de la amiga de una de sus hermanas


es víctima de una extorsión telefónica… ah, y compra pudin para ganarse millas de viajero frecuente. Nada más.


Y esa es la razón por la que esta película no es apta para el consumidor promedio de películas de Adam Sandler. Porque no pasa nada más. En una película “normal”, o al menos de estructura hollywoodense convencional, Barry crecería gracias al amor de Lena, se encontraría a sí mismo, se libraría del yugo de sus hermanas y se convertiría al fin en un hombre. O idearía un plan divertidísimo para recuperar el dinero que perdió con los estafadores. O utilizaría sus millones de millas de viajero frecuente para perseguir a Lena y mostrarle que la seguiría hasta el último rincón del mundo con tal de ganar su amor. Nope… nada, NADA así sucede. Sí, Barry y Lena se enamoran, pero Barry sigue siendo un fracasado, sus hermanas lo siguen tratando como pendejo, nunca recupera su dinero y es más, no puede utilizar sus millas de viajero frecuente porque la promoción tarda de 6 a 8 semanas, y tiene que sacar dinero de su bolsa para pagar por sus boletos de avión.

¿Y sí no hay trama, no hay arco dramático, y el personaje central es un odioso pusilánime con el que nadie se identifica… si no pasa nada, qué es lo que hace a esta película tan grandiosa?

Los gringos lo llaman “MOOD”. Acá, la mejor descripción que tenemos es “ESTADO DE ÁNIMO”. “Punch-Drunk Love” es un viaje emocional que apunta directamente a tu estado de ánimo. Con infinita maestría, el director logra ponerte en el personaje, y experimentar todos los estados de ánimo por los que este atraviesa; ira asesina, tristeza devastadora, soledad y vacío.


Esto no solo lo logra a través de los personajes. La puesta en cámara y la música van de la mano, y experimentan de manera arriesgada (hay partes en las que sólo hay música y colores e incluso, un “error” donde la cámara golpea un mueble y el foco se altera es intencional y les costo 5 o 6 tomas).

“Punch-Drunk Love” es una película con personajes entrañablemente raros, ajenos, reclusos de sí mismos, interpretados con maestría por, además de los habituales de Anderson (Phillip Seymour Hoffman, Luis Guzmán), una Emily Watson en extremo deseable (me inquieta terriblemente que me guste una mujer que se parece tanto a Gary Oldman)


y sobre todo un Adam Sandler que sorprende agradablemente (y que con “Spanglish” -2004- lo volvió a hacer y demostró que Jim “jetas” Carrey no es el único comediante que puede hacer cine serio).

Les recomiendo ampliamente que vean “Punch-Drunk Love” una película que rompe estereotipos y que mediante una narrativa no convencional los llevará, a través de un viaje emocional extremo, a espiar ese breve instante en el que dos almas solitarias cruzan sus vidas.

Eso es todo en esta ocasión, nos despedimos Alfonso y un servid…

¿Alfonso? ¿Dónde andas, cabrón?



Nevermind.


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